Desde que se descubrió el caso de Miguel Sánchez a hoy, la lista creció
a lo largo de dos décadas
Son 220 los deportistas desaparecidos
Un nuevo registro de atletas
federados cuenta que hay 152 jugadores de rugby y 19 futbolistas; los
ajedrecistas son 13, entre quienes se destaca Rodolfo Walsh, representante de
un club platense
Valerio
Piccioni descubrió el caso de Miguel Sánchez en un viaje a Buenos Aires en
agosto de 1998. El periodista italiano nunca imaginó lo que desataría años
después: más búsquedas de atletas víctimas del terrorismo de Estado. El
fondista tucumano secuestrado en Berazategui no podía ser el único.
En
2006 el libro Deporte,
Desaparecidos y Dictadura de Gustavo Veiga registró una lista de 26.
En 2010 con la segunda edición ya eran 35. Ahora, con la tercera de la
publicación prologada por Claudio Tamburrini, el número que se conoce es de
220. Las tapas del trabajo editado por Al Arco son demostrativas de esas
exploraciones. Tuvieron cada vez más fotos de deportistas.
Los 17
jugadores de rugby del club La Plata que motivaron otro libro (Maten al rugbier
de Claudio Gómez) enseguida fueron 20 y hoy si se suman varios equipos más de
todo el país, ya son 152. Son 13 las mujeres federadas que no están, cuyas
familias esperan poder ofrendarles una flor y un reencuentro.
También
son 13 los ajedrecistas y uno célebre, Rodolfo Walsh, socio de Estudiantes de
La Plata. Son 19 los futbolistas y dos eran compañeros en el Huracán de Tres
Arroyos de 1974: el delantero Carlos Rivada y el arquero Antonio Piovoso,
suplente de Hugo Gatti el año ‘73 en Gimnasia. Hay además basquetbolistas,
nadadoras, boxeadores, ciclistas, tenistas, jugadores de vóley y hasta
deportistas de disciplinas sin demasiado arraigo popular, como el tenis criollo
y el andinismo.
El
número 220 es eso, un número. Pero en adelante explicará como síntesis
totalizadora, por qué desaparecieron o fueron masacrados tantos deportistas en
la larga noche de siete años que empezó en 1976. No se debió a que jugaron en
una cancha de rugby o de fútbol. Tampoco a que corrieran sobre una pista de
atletismo para superar una marca. O a que movieran un alfil sobre el tablero de
ajedrez. Los genocidas se los llevaron, quisieron arrebatarles su identidad y
trataron de no dejar señales de sus vidas porque eran militantes políticos en
su inmensa mayoría.
Tal
vez una de las escasas excepciones sea Ernesto David Rojas, el wing izquierdo
de Gimnasia y Esgrima de Jujuy que debutó en el torneo Nacional de 1970 contra
Boca en la mismísima Bombonera. La Concentración Nacional Universitaria (CNU),
grupo paraestatal de extrema derecha, lo fusiló el 18 de marzo del 76. Había
viajado desde San Salvador a La Plata junto a dos hermanos y amigos que sí
militaban. Lo acribillaron igual a balazos, tres días antes de cumplir 30 años.
Su último viaje desde el norte tenía un objetivo: operarse una rodilla con el
médico de Independiente, Miguel Fernández Schnoor.
Rosa
Roisinblit, esa abuela de Plaza de Mayo fantástica de casi 100 años - los
cumple en agosto-, transforma su coraje en incredulidad cuando habla de
Patricia, su hija detenida-desaparecida que jugaba al ping pong. Recuerda
varios detalles de ella como deportista. El día que le contó cuando se federó,
que jugaba en Sociedad Hebraica y practicaba en su casa sobre la mesa del
living. Rosita se quejaba porque se la rayaba.
Claudio
Morresi, a su lado, le dijo que Patricia debió ser muy feliz cuando se hizo
jugadora federada de tenis de mesa. Fue futbolista antes que secretario de
Deporte de la Nación durante casi doce años. Pero milita desde siempre por los
Derechos Humanos o desde que desapareció su hermano Norberto al que recién
encontró en 1989.
Julián
Axat participa del mismo acto en el auditorio de Abuelas, en la Ex ESMA, lee el
poema de su autoría "Los canarios románticos" y reivindica que a los
deportistas desaparecidos se los recuerde desde esa condición – porque cuenta –
“es hablar de su pulsión vital” y no solo de su “destino trágico”. Su padre
Rodolfo o Fel –
como lo apodaban-, es uno de los veinte jugadores desaparecidos de La Plata
Rugby. A su mamá Ana Inés Della Croce también la secuestró la patota cuando él
apenas tenía siete meses.
Ahora
que son 220 Gustavo Bruzzone ya no está solo para jugar imaginarias partidas
simultáneas de ajedrez. El santafesino fue secuestrado con apenas 22 años. Sus
restos los identificó el Equipo de Antropología Forense (EAAF) en junio de
2014. La lista de ajedrecistas se completa con otros doce, entre los cuales hay
una mujer: Alicia Cheves de Almaraz.
El
fútbol tiene una nómina de diecinueve jugadores, donde además de Piovoso y
Rivada – quien también era muy buen basquetbolista – hay casi dos equipos que
podrían formarse. Las mujeres son mayoría en la natación, un registro que se
eleva a diez sí se suman los varones. La cordobesa Silvina Parodi llegó a ser
campeona nacional.
Lo
mismo sucede en el hockey donde las dos únicas jóvenes desaparecidas son
mujeres: Adriana Acosta y Miriam Susana Moro. La primera integró la selección
argentina y a la segunda el historiador del peronismo revolucionario Roberto
Baschetti la recuerda como “apasionada por el hockey, lo practicó en el Club
Universitario, en Remeros Alberdi y en Newells Old Boys, equipo del que era
fanática”.
Es
220 un número tan grande si se habla de deportistas desaparecidos, que se
explica a medias si no repetimos una y otra vez que además eran militantes
políticos. También puede sorprender que la mayoría fueran jugadores de rugby,
unos 152 que forman una lista tan considerable como abierta a futuras
investigaciones.
En
cualquier caso merece recordarse que sus vidas se completan cuando decimos que
fueron seres de una sola pieza. Como estudiantes, trabajadores, deportistas,
hijos, hermanos y padres; mujeres, compañeras, hijas y madres valerosas y
solidarias cuyas vidas trascienden más allá de una cifra que ha estado siempre
en construcción. En sus clubes o asociaciones muchas veces ni siquiera supieron
quiénes fueron. El ambiente deportivo en general guardó silencio porque siempre
estuvo en otra cosa.
Fuente: Diario Página 12 del día 9/6/2019 (Argentina)
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