lunes, 11 de junio de 2012

Botas y botines

Por Ezequiel Fernández Moores (*)

Mario Kempes se largó a llorar apenas se enteró del golpe. Su llanto alertó a varios de sus compañeros. El presidente de la Delegación, Pedro Orgambide, recibió una comunicación telefónica desde Buenos Aires informándole que la Selección debía cumplir ese día con su partido y seguir con el resto de la gira. "Yo me enteré por el golpe a través de Muñoz y él nos tranquilizó diciendo que por suerte no había desgracias personales ni derramamiento de sangre", recordaría luego Orgambide. La particular apreciación del "Gordo" Muñoz, casi un comunicado de la Junta, no satisfizo a todos. Algunos jugadores, como Héctor Scotta y el propio Kempes, dijeron que querían volver a la Argentina. Se hizo una reunión y la mayoría decidió que había que seguir adelante. En medio de esa conmoción, revelada por algunos jugadores de aquel equipo, Argentina salió al campo y venció 2-1 a Polonia, dando vuelta el marcador con goles de Héctor Scotta y René Houseman. Aquel partido se jugó en Chorzow, una ciudad industrial de 150 mil personas del sur de Polonia, y sirvió a la Junta Militar para decir que ese día, 24 de marzo de 1976, todo seguía funcionando normalmente en la Argentina.
Los primeros comunicados de la Junta de aquel miércoles 24 de marzo hablaban de suspensión de derechos, intervenciones y prohibiciones. Pero el número 23 informaba que se interrumpía la transmisión de la cadena nacional para permitir la difusión en directo del partido Argentina- Polonia. El fútbol volvió a ocupar a la Junta en la primera reunión celebrada por sus integrantes el día 24. El almirante Emilio Massera comunicó al general Jorge Rafael Videla que Argentina debía confirmar su decisión de organizar la Copa Mundial ‘78. "Costará sólo 70 millones de dólares", le dijo Massera a Videla. Alguien intentó explicar luego que las obras demandarían una inversión mayor, pero Videla no se preocupó. "Aunque cueste cien millones no hay problemas", señaló.
"Veinticinco millones de argentinos", como decía el jingle militar, terminaron pagando más de 700 millones de dólares.

No hay comentarios: